Domingo 24 de Noviembre del 2024

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Volvió el Teo de siempre

21 | noviembre | 2016

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El colombiano volvió a aparecer de titular en Rosario Central en el enfrentamiento de ayer disputado ante Boca en La Bombonera, e hizo gala una vez más de sus dos máximas especialidades: el gol y el escándalo.

Es que a los 17 minutos del primer tiempo, cuando el equipo del Chacho caía 1-0 por un tanto de Darío Benedetto, un pase filtrado de Giovanni Lo Celso permitió desatar la euforia rosarina. Hacer lo propio con la bronca del Xeneize estuvo a cargo de Teófilo, que además de capitalizar el buen toque del juvenil decidió festejar de cara a la tribuna local marcando en su camiseta una imaginaria banda de River. El resultado: una discusión que terminó con la expulsión del colombiano en Central y de Centurión en Boca.

Desde su llegada a Racing bajo la dirección técnica de Miguel Ángel Russo, Teo Gutiérrez fue moldeando su fama a partir de goles. Nada menos que 22 en 41 partidos con la albiceleste sobran para explicar porque se ganó rápidamente el lugar en la Selección de su país y por qué cualquier equipo lo querría entre sus filas cuando se dedica a jugar. Sin embargo, se fue dejando en claro su otra faceta: primero protagonizó una pelea con el arquero suplente Galanternik en un entrenamiento, después del 4-1 en contra en el clásico de Avellaneda del Clausura 2012, amenazó a arquero Sebastián Saja  con una pistola de paintball.

A préstamo en Lanús en esa misma temporada, su gol ante Vasco Da Gama (sólo tenía permiso para jugar la Libertadores, ya que estaba suspendido en el torneo local) le dio la esperanza al Granate de llegar a los penales. Al quedar eliminado, no valía la pena retenerlo y esperar que cumpliera la sanción. Por otra parte, nunca tuvo química con sus compañeros, a raíz de viejos cruces en cancha —jugando en contra— sobre todo con Agustín Marchesín.

Hasta aquí podemos entender una característica fundamental de Teófilo: es el enemigo número uno de los arqueros. De los rivales en su rol de goleador, de los propios en el de compañero. Luego de volver al Junior de Barranquilla, único club en el que no tuvo conflictos mayores, y superar el centésimo gol de su carrera, conquistó 9 goles en 28 partidos para Cruz Azul y la Copa de MX Clausura 2013. No obstante, comenzó también a buscar en un estrato superior a sus nuevos némesis: los dirigentes.

Gutiérrez llegó a River incumpliendo el contrato con el club Mexicano, para consagrarse en la exitosa seguidilla de títulos con Gallardo como entrenador, teniendo además una participación notable en la Copa Libertadores ante Cruzeiro. Sin embargo, se quedó afuera de la semifinal del máximo certamen continental al no volver a tiempo en pretemporada de invierno. Mientras sus compañeros se preparaban, él difundía por redes sociales fotos en la casa de su abuela en Colombia, lo cual produjo el corte definitivo con el club después de marcar 28 goles en 70 participaciones.

El Sporting de Lisboa hizo brillar una vez más al colombiano, con 15 anotaciones en 32 encuentros. Pero dejando desairada la ilusión de los hinchas portugueses de seguir disfrutando de su habilidad en el área, decidió regresar a Argentina para jugar en el Canalla, donde convirtió ayer su primer gol, e inmediatamente se hizo expulsar. Solo el tiempo dirá si resulta en una nueva relación de amor-odio. Por el momento, Teo dejó bien claro que sigue siendo el mismo de siempre.