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Una historia conocida para Bauza
20 | abril | 2016El Patón vuelve a encontrarse con un panorama difícil para la clasificación a 8vos de final de la Copa Libertadores –igual que con San Lorenzo en 2014- pero esta vez la situación es distinta: si bien San Pablo puede ganar o empatar, enfrentará un partido a 3600 metros de altura, en el Estadio Hernando Siles, donde visitará a The Strongest. Sin embargo, el Patón ya tiene una experiencia jugando en la altura que lo favorece.
El primer partido que dirigió el Edgardo Bauza en una cancha con altitud fue en la edición del 2000, cuando con Rosario Central disputó en la primera fase un partido en el Estadio El Campín, ubicado en Bogotá a 2650 m. América de Cali utilizó esa sede (donde habitualmente son locales Millonarios e Independiente de Santa Fe) para derrotar al Canalla por 5-3. Para los rosarinos marcaron ese día Rogerio Canals y Diego Latorre en dos oportunidades. A pesar de la derrota clasificarían como escoltas del grupo, detrás de los colombianos.
En la Copa Libertadores de 2005 el Patón estaba al mando de Sporting Cristal, y en primera fase enfrentó a Deportivo Cuenca, a nada menos que 2550 metros de altura. Finalizó con empate por 2-2, remontando lo que era una caída por 2-0 con goles de Julio Fleitas y Amiltón Prado. Sin embargo, quedó eliminado al caer ante Pachuca en México en la última fecha de la ronda.
Cuando se consagró con San Lorenzo en 2014, enfrentó en fase de grupos a Independiente del Valle de Ecuador, en el Estadio Olímpico Atahualpa de Quito, a 2850 m sobre el nivel del mar. Esta sede era provisional para el equipo ecuatoriano, que habitualmente es local en Sangolquí. Ese encuentro lo empató 1 a 1, con gol de Nicolás Blandi a los 58 minutos para el Ciclón y la igualdad sobre la hora de Junior Sornoza, de penal. Ese resultado lo complicó en su momento para la clasificación, que luego se obtuvo ante Botafogo. De todas maneras ya se notaba la mano de Bauza, planteando partidos trabados donde es difícil generar situaciones de gol, y apostando al contraataque.
Por la semifinal de ese mismo certamen se enfrentó a Bolívar en semifinales en el Hernando Siles, después de asegurarse la clasificación goleándolo por 5-0 en el partido de ida en el Bajo Flores. Aquel encuentro fue trabado, la pelota fue disputada en el mediocampo y a los locales les costó penetrar la defensa del Cuervo. Aún así lo perdió por la mínima diferencia, con un tanto de Gerardo Yecerotte en tiempo de descuento, tras una serie de rebotes en el área. Esto no le impedía a San Lorenzo cumplir con el objetivo de pasar a la final y quedarse por primera vez en la historia con una Copa Libertadores.
Esta vez la estrategia que plantee Bauza, ya conocida en la Copa Libertadores, será fundamental para que San Pablo consiga el resultado que le permita el pasaje a la próxima ronda, ya que está obligado, en estas circunstancias, a conseguir cuanto menos el empate.
Por su parte, River recibe a Trujillanos en el Monumental, en simultáneo al partido en La Paz, con la clasificación prácticamente en el bolsillo: para quedar eliminado deberían ganar los bolivianos en La Paz por la mínima y caer el Millonario cuanto menos por 5 goles y de esa manera perder en diferencia de gol ante los brasileños. Algo matemáticamente posible –por lo cual no hablamos de un pasaje ya asegurado en la previa al partido- pero que futbolísticamente es un panorama más que surrealista.