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#NiUnaMenos: La historia de Julieta Mena en la pantalla grande

25 | noviembre | 2016

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Marcela Morera, madre de Julieta Mena víctima de violencia de género habló en Pensar En Nada en el marco del Día Internacional contra la Violencia de Género. Su historia aparece en la película CADA 30 HORAS, que se estrenó ayer en el Cine Gaumont. «Julieta, estaba embarazada, el novio no quería que tuviera el bebé y la mato a golpe de puño y patadas», resumió Morera.

La mujer contó que enseguida contaron con el apoyo del instituto Wanda Taddei, «nos llamó por teléfono para ofrecernos asesoramiento gratuito, patrocinarnos. El asesino, Marcos Mansilla, está preso en un penal desde un primer momento, la familia de él terminó entregándolo al día siguiente, por las pericias que había. Estamos esperando el juicio, calculamos que será para abril, mayo del año que viene».

Además contó que para ellos la violencia de género tenía que ver con los golpes, que sólo una mujer con un ojo morado era violencia de género. «Julieta tenía una violencia de género desde lo psicológico, verbal, él manejaba su dinero, correrla de las amistades, correrla de la familia, cuestionarle la ropa, no podía salir ni a la casa de las hermanas, el manejo del Facebook, del teléfono celular, hasta tener que sacarse una foto en casa desayunando para que vea que estaba ahí. Eso que es violencia verbal y psicológica también es violencia de género y no hace falta a veces llegar a los golpes para terminar como terminó ella. Hay que estar muy atentos», contó.

Lo que seguía tenía que ver con el pedido de perdón, el regalito, él no lo voy a hacer más. : «Julieta jamás pidió ayuda a nadie, al contrario ella no nos escuchaba, le hablaba hasta la madre de él y le decía mi hijo no es para vos. Más le hablábamos, el novio se enteraba y más en contra se nos ponía».

«Hoy si le tengo que dar un consejo a una mamá, que no se queden solas, hace falta la ayuda de un gabinete, un psicólogo, alguien que te pueda ayudar. Es muy difícil sacar a una mujer que tiene vendas en los ojos, para las mujeres que no hemos sufrido violencia de género, es difícil entenderlo», dijo Marcela.

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