Notas de interés
Masacre de Avellaneda: justicia a medias
26 | junio | 2019
Una década las políticas neoliberales de ajuste y reducción del Estado que encabezó el entonces presidente Carlos Menem y que tuvo su expresión máxima en diciembre del 2001. El país estalló. El presidente De La Rúa tuvo que renunciar al no poder gestionar el país empobrecido por el neoliberalismo, extorsionado y ahogado por los acreedores y el FMI y abandonado por algunos aliados que dejaron la Alianza.
La conflictividad social, fruto de demandas insatisfechas y promesas de bien estar nunca cumplidas, no paró de crecer. Desocupación, pobreza, exclusión y hambre amenazaban o eran parte ya de la vida de la mayoría de los argentinos.
A esta realidad del pueblo, organizaciones sociales y políticas respondían con movilizaciones cada vez más multitudinarias. El gobierno Interino de Eduardo Duhalde, que antes había estimulado la conflictividad para desalojar a De La Rua, ahora amenazaba y reprimía. Intentaba acallar las a trabajadores desocupados, a los “Piqueteros” con palos, gases y balas.
El fenómeno social conocido como “Movimiento piquetero” tuvo quizás su inauguración en Cutralcó, Neuquén, en el año 96, en una protesta contra el gobierno de Felipe Sapag. Tal vez ese sea el punto de arranque de esta modalidad de protesta, de movilización y cortes de rutas que caracterizó luego a los “Piqueteros”
En Buenos Aires, en medio de tanto descontento, Darío Santillán y Maxi Kosteki, como tantos se organizan y comienzan a comprometerse con su realidad.
Darío empezó a militar de adolescente en el barrio donde vivía, que era Claypole. En el 2000 se integró al Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Almirante Brown que recién nacía.
Maxi era artista, trabajador desocupado y piquetero. Se había sumado al MTD de Guernica solo dos meses antes de aquél 26 de Junio.
El 26 de junio de 2002 la Policía de la Provincia de Buenos Aires y por orden de funcionarios de la Provincia y el Gobierno Nacional: encabezado por Felipe Solá y Eduardo Duhalde, diseñó un operativo para impedir la movilización de las agrupaciones piqueteras, y escarmentarlas para “Sacarlos de la Calle”
El comisario Luis Franchoti fue el encargado de ejecutar la orden del poder político. Las consecuencias del ataque de la policía a las personas que reclamaban trabajo, comida, justicia, se conocen.
Las responsabilidades de los que ordenaron la represión, todavía están pendientes de ser esclarecidas.
Escucha el especial de La Tecno en homenaje a Darío y Maxi, con los testimonios de Vanina Kosteki (Hermana de Maximiliano) y Alberto Santillán (Padre de Darío):