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Los locos bajitos

Niño, niña, te tocó llegar a un mundo organizado por adultos eloquecidos que ya se olvidaron de lo importante.

Niño, niña, que te piden que te adaptes, en vez de dejarte recordarles que lo esencial es invisible a los ojos.

Niño, niña, que sólo deseas aventuras con tus amigos, pero te llevan a dormir la siesta.

Niño, niña, que sólo quieres jugar todo el día, pero te llenan de responsabilidades.

Niño, niña, que dibujas mundos increíbles, pero les importa más tu prolijidad y que pintes dentro de las líneas.

Niño, niña, que te sentís incomprendido en un universo de adultos responsables.

Niño, niña, que en el mundo de grandes vueltos locos, sos un verdadero cuerdo.

Juga, gritá, divertite, creá, amá, corré, escondete, perdete, encontrate, brilla, aprendé, equivocate, reíte, llorá, y seguí siendo niño todo el tiempo que más puedas.

¡Feliz día!

Ilustración de Walter Piedras