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Mariano Privitera, dueño de la fábrica de pelotas Priball, ubicada en Córdoba, habló en Gambeta Stereo sobre la ventas, informó sobre la oscilación de precios y contó porque Bell Ville es la capital nacional de pelota.

«Se paralizó bastante. Se notó en los últimos meses». Si bien las ventas han mermado con la crisis económica, Privetera prefiere sacar menos rédito pero no bajar la calidad de los productos: «Hacemos un esfuerzo en no aumentar, sino se pone muy difícil vender. Los precios varían entre los 250 y 650 pesos».

«La pelota es algo que no va a pasar de moda nunca». Mariano afirmó que a pesar de los distintos juegos que han surgido en los últimos años con el avance de la técnología, el balón sigue siendo uno de los preferidos: «No puede faltar».

La fábrica de pelotas Priball produce balones desde 1930 y tiene réplicas antiguas, de cuero, que datan de 1931 y 1934. En Bell Ville se inventó la válvulo que hizo posible que la pelota se fabricara sin el tiento, un cordón que llegaba a arrancar los mechones de pelo de quienes cabeceaban, hecho que generó un cambió histórico en la concepción del esférico.

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