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La conectividad en discordia

Por Gabriel Pinto Montero

La campaña publicitaria donde Movistar Argentina presenta su plataforma TuGo[1] es una estrategia que apunta a preservar la conectividad, más allá del teléfono móvil. Por medio de un software, otros dispositivos pueden auxiliar la ausencia del celular, garantizando la comunicación en cualquier momento.

Éste refuerzo a la conectividad va de la mano con lo sostenido por Roberto Igarza, quien plantea el peligro de caer en estados de incomunicación y cómo esto afectaría al desarrollo de una organización o individuo asegurando que “las personas saben que no estar conectado es altamente riesgoso para su desempeño social y laboral”[2].

Georges Amar destaca la transición del concepto de transporte al de movilidad, espacios de tránsito donde se puede mantener la conectividad. Un tiempo de desplazamiento que es absolutamente utilizable. Una situación primordial en el presente, dado que “una persona no se define por el lugar en el que vive u otros caracteres fijos, sino por su modo de moverse, de vivir en movimiento, de integrar su movilidad a su modo de vida, de consumo, de trabajo, de informarse y de encontrarse con otros”[3].

La visión de Amar presenta un carácter idealista, al menos en el caso de Buenos Aires, donde el espacio urbano no asegura la conectividad plena durante el desplazamiento. La pérdida de señal en vastos sectores del Subte, ferrocarril urbano y barrios de la capital argentina hablan por sí solas.

El acto caracterizado por la existencia de una unión que amplía la relación entre las personas, a través de la movilidad, algo que Amar denomina religancia, carece de sentido cuando existe una complejidad para resolver la relación inestable entre las ciudades y su conectividad comunicativa.

Considerando que la campaña publicitaria es soportada a través de youtube, hay un proceso limitado por la inexistencia de una conectividad plena en movimiento. Una merma al proceso de transmedia descrito por Carlos Scolari, sustentado en “un tipo de relato donde la historia se despliega a través de múltiples medios y plataformas de comunicación”[4], siendo los usuarios partícipes activos en la resignificación y expansión de contenidos presentados en formatos soportados por la conectividad.

Ésta limitación afecta la participación activa del usuario en la producción de contenidos. Además lesiona el proceso de interrelación que lo posiciona como actor central en la reproducción y masificación de mensajes publicitarios, impidiendo el acceso al circuito de la información que sostiene Castells, ante la ausencia de un real “espacio de libertad de las redes de comunicación”[5].

[1]    Ver campaña publicitaria TuGo de Movistar en  bit.ly/1pulnZ4

[2]    IGARZA, Roberto: “Burbujas de Ocio. Nuevas formas de consumo cultural”. Buenos Aires, La Crujía, 2009, página 20.

[3]    AMAR, Georges: “Homo Mobilis. La nueva era de la movilidad”. Buenos Aires, La Crujía, 2011, página 39.

[4]    SCOLARI, Carlos: “Narrativas Transmedia. Cuando todos los medios cuentan”. Barcelona, Deusto, 2013, página 46.

[5]    CASTELLS, Manuel. “Redes de Indignación y Esperanza”. Madrid, Alianza, 2012, página 213.