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Apertura sesiones legislativas: un discurso de consignas

Sobre el final de su discurso durante la apertura de sesiones ordinarias, el Presidente no escatimó en slogans propios de épocas de campaña electoral: “Creo en la diversidad inclusiva, que todos podamos elegir y tener un Estado que estimule eso. Alejarnos definitivamente de la viveza criolla, de la búsqueda del atajo, apostar al trabajo en equipo, cultura del trabajo, del esfuerzo que dignifica, que eleva el autoestima y nos aleja de la deshonestidad. No podemos sentarnos a esperar que alguien resuelva nuestros problemas, debemos hacerlo nosotros mismo”, sentenció.

Casi al final de su discurso, hizo uso de una metáfora para expresar: “Me gustaría poder decir que voy a construir un inmenso puente que nos lleve de las amarguras del pasado, a la alegría del futuro: pero ese puente no puede construirlo un ingeniero, sino que debemos hacerlo todos juntos”.

“Sueño con un país que no miente, que te cuida, que la gente no se rinde, que crece y te ayuda a crecer, que estimula el crecimiento personal y familiar. Estoy aquí con las mejoras intenciones, de buena fe, para proponerles un proyecto de crecimiento. Quiero lo mejor de cada uno de ustedes, para darle lo mejor a cada uno de los argentinos”, pidió a los diputados y senadores.

“Estas transformaciones no se hacen de un día para el otro: la buena noticia es que ya empezamos a dar esos pasos, porque se puede, claro que se puede”, finalizó el Presidente su discurso.