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Deportes

Río 2016: Mujeres en el podio de la vida

12 | agosto | 2016

peque pareto

No cabe duda que los Juegos Olímpicos son uno de los principales eventos en materia deportiva alrededor del orbe. Los y las atletas se preparan por cuatro años para dar lo mejor de sí y conseguir las escasas medallas que se entregan en cada una de las disciplinas.

Sin embargo, detrás de cada participante se esconden historias que traspasan el umbral de la competencia. Experiencias que van más allá de lograr una presea dorada y que permiten forjar un temple indestructible en quienes intervienen en la cita de los cinco anillos.

En Río 2016 las mujeres llevan la delantera y en La Tecno seleccionamos a tres deportistas provenientes de distintas latitudes y cuyas experiencias de vida son dignas de ser resaltadas.

Majlinda Kelmendi (Kosovo)

Por primera vez este territorio proclamado como independiente en 2008, aunque cuenta con el reconocimiento diplomático de solo 108 estados, compite en la cita. Precisamente en Brasil, uno de los países que no acepta su declaración de soberanía, el deporte kosovar escribió su historia más dorada gracias a la medalla de oro obtenida por la judoca, en la categoría de 52 kilos.

Kelmendi no es un una desconocida en este deporte. En los últimos cuatro años logró dos títulos europeos y otro par de consagraciones en campeonatos del mundo por lo que su triunfo en la final, frente a la italiana Odette Giuffrida, no resulta una sorpresa.

La deportista, quien representó a Albania en los Juegos de Londres 2012 debido a que el Comité Olímpico Internacional no reconocía aún la independencia de Kosovo, no aguantó las lágrimas al momento de recibir su medalla. Un triunfo que resonó en todos los rincones de ese estado y que permitió al ex territorio serbio ser el centésimo país en gritar oro en la cita de los anillos.

Yusra Mardini

Quizás sea la competidora que carga una de las historias más fuertes de Río 2016.  Hace menos de un año no pasaba por la cabeza de la nadadora competir en los Juegos Olímpicos.

Obligada a huir desde Siria, a causa de la guerra, Yusra se encontró en el peor de los escenarios cuando el motor de su precaria embarcación falló en medio del Mar Egeo. Precisamente en su hábitat natural, ella, su hermana y otros dos pasajeros sacaron fuerzas de flaqueza para nadar y arrastrar la embarcación hasta Grecia para poner fuera de riesgo a los 16 refugiados que se transportaban en las condiciones más rudimentarias.

En tierras brasileñas, Yusra Mardini compitió bajo la bandera del equipo olímpico de refugiados, donde obtuvo el lugar 41 en los 100 metros mariposa. Un resultado que pasó a segundo plano para la joven de 18 años, quien no contuvo la emoción cuando fue aplaudida en la ceremonia de apertura de los Juegos, donde el nado le dio una nueva oportunidad, después de un destino que parecía preparar el más aciago de los caminos.

Paula Pareto

Con solo un metro y medio de estatura, la «Peque» se convirtió en la primera mujer en la historia del olimpismo argentino en colgarse una medalla dorada en el cuello. El resultado responde a las expectativas que se tenían depositadas sobre la judoca, tras el bronce logrado en Beijing 2008 y el quinto lugar de Londres 2012, en la categoría de 48 kilos.

Dueña de una técnica prodigiosa y una estrategia que descompone hasta a la más linajuda de las rivales, Paula pudo compatibilizar su carrera deportiva con sus estudios de medicina, que concluyó en 2014 al recibirse con honores de la Universidad de Buenos Aires.

A sus 30 años, Paula Pareto contará a las futuras generaciones que se transformó en la primera deportista que obtuvo preseas olímpicas en dos Juegos diferentes, en lo que se refiere a competencias individuales. Un reconocimiento a su dilatada trayectoria, donde impuso sus términos frente a la abismal hegemonía que demuestra el continente asiático en este deporte.