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El ídolo manchado de sangre
7 | enero | 2020Bruno Fernandes tenía el mundo a sus pies. Arquero, capitán y uno de los principales referentes de Flamengo que, de reojo, observaba cómo se acercaba la posibilidad de debutar en el arco de la selección brasileña de fútbol. Sin embargo, él decidió cambiar el rumbo de la historia.
Los hechos comienzan a desencadenarse en junio de 2010 cuando el futbolista, reconocido amante de la vida nocturna e involucrado en constantes rumores de infidelidad, conoció a la actriz y modelo Eliza Silva Samudio. Una noche de pasión que dio paso a uno de los hechos más espeluznantes que recuerde la sociedad del gigante vecino en los últimos años.
Tras enterarse del embarazo de Silva, el afamado portero del «Mengão» comenzó a tramar la forma de evitar el nacimiento de su hijo, algo que finalmente no se concretó. Tras conocer a Bruno Jr., él aseguró que asumiría legalmente la paternidad del recién nacido. Un cambio de táctica que sólo escondía oscuras intenciones.
Con una frialdad atemorizante, Bruno Fernandes diseñó la estrategia para asesinar a la modelo. Un plan que contó con la colaboración de su primo y un amigo de este.
Lo que sucedió después es digno de la mejor puesta en escena de Hitchcock. ¡Si querés conocer el desenlace escuchá la columna!