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Carrió desató una inesperada confrontación al interior del oficialismo

«Nunca puede ser bueno que un ex presidente esté detenido». Esta fue la frase emitida por el ministro de Justicia, Germán Garavano, que provocó un nuevo impasse en la coalición oficialista. La diputada Nacional por la Ciudad de Buenos Aires, Elisa Carrió, salió al paso de los dichos y aumentó la tensión a un gobierno fuertemente cuestionado por el ajuste económico que lleva adelante.

Lilita, cofundadora de Cambiemos, salió al paso de los dichos del titular de la cartera afirmando que «son una vergüenza para la República y la división de poderes», al mismo tiempo de sostener que retrocederá en su petición de juicio político contra Garavano.

Una polémica que está lejos de cerrarse.

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