Viernes 29 de Marzo del 2024

Actualidad

Palabras para Sabina

23 | abril | 2019

sabina

Por Claudia Korol

Te escribo Sabina, con el lenguaje ancestral de la rabia. Te escribo con letras que no saben cómo nombrar tu ausencia. Te escribo con el dolor de no conocerte, más que por tu rostro y tu sonrisa radiante, que multiplican la furia y la ternura de quienes te amaron.
Cuando te asesinaron, Sabina, en un barrio olvidado de La Rioja que lleva el nombre de la Virgen Desatanudos, cuántos nudos atraparon inmediatamente nuestros modos de resistir y soñar.

Cuando te asesinaron, Sabina, en un barrio sin luz, donde tus ojitos curiosos brillaban poderosos, cuánta energía necesitamos desde entonces para sostener la mirada, la tuya, que nos reclama cómo es ese Ni Una Menos que cantamos por las calles tantas veces, que nos pregunta por qué nos cuesta tanto, pero tanto, concretarlo.

Cuando buscamos respuestas a las muchas preguntas que nos hace tu ausencia, llueve furia a montones, y una tormenta que parece no acabar nunca inunda nuestros corazones, nuestros sueños, nuestras rebeldías.

Sabina Condorí Garnica, llevás en tu apellido el nombre del pájaro que vuela más alto, el que junta más fuerza. Y toda la fuerza del cóndor necesitaremos, Sabina, para que no caiga nuestro vuelo colectivo, el de todas las Sabinas, los Kevin, las niñas y niños que nos faltan.

Gritamos Justicia para vos, Sabina, sabiendo que nunca habrá la justicia necesaria. ¿Qué justicia puede haber para una niña de once años, violentada hasta la muerte? De verdad pregunto. ¿Cuál será esa justicia? ¿Quién te devolverá al juego, a tus ganas de ser poderosa, a tu deseo de alfabetizar a tus padres y a quienes lo necesiten en el barrio?

Apenas podemos exigir –y lo hacemos- como una débil justicia, la prisión de los criminales, de quienes cortaron tu vuelo breve. Justicia también es iluminar el barrio. Justicia es urbanizarlo, tal como lo exigieron siempre las vecinas, los vecinos, la Claudia, y las tantas mujeres que marchan ahora en las calles de tierra pateando las piedras del camino, con muchas ganas de lanzarlas hacia todos esos politiqueros, policías, jueces, que nunca están, que nunca llegan, que no supieron, que no pudieron, que no quisieron encontrarte.

Justicia Sabina, será tal vez que otras niñas como vos puedan caminar sin miedo. Que no llenen de pesadillas sus sueños. Que otras mamás como la tuya no muerdan cada día la angustia por sus hijas, por sus hijos, amenazadas y amenazados, vulnerables. Justicia será que los diputados y diputadas dejen de discutir como bajar la edad de imputabilidad de jóvenes, y se hagan cargo de los crímenes que cometen cuando permiten que los barrios sigan siendo territorios de muerte. Si se trata de cambiar el Código Penal, bueno sería terminar con la impunidad de los politiqueros que administran las políticas del mal vivir y del siempre morir. Justicia será que se callen los productores seriales de noticias de la prensa amarilla, de las columnas rojas, de quienes buscan primicia en el dolor.

Justicia, Sabina, será que tus padres finalmente aprendan a leer y escribir, así como vos querías enseñarles, y que también lo hagan todas las personas que en nuestros territorios, quedaron fuera de tantos derechos, como la educación, la salud, la vivienda digna, el trabajo. Justicia será que tus padres y tantos y tantas como ellos, no tengan sobre la cabeza la daga de los decretos antimigrantes.

Justicia será que la Virgen Desatanudos ya no venda milagritos, sino que el pueblo se organice en cada territorio, que las mujeres nos organicemos en cada territorio, y que te nombremos Sabina todas las veces que sea necesario, en cada villa, en cada pueblo, en cada comunidad. Que no haya olvido, que no haya perdón, que no nos reconciliemos en cada elección.

Justicia, Sabina, será que las niñas bolivianas, peruanas, paraguayas, no se sientan extranjeras en las escuelas, en los barrios, en los modos de hablar y de reconocerse. Justicia será dibujar una sonrisa en el corazón de las niñas que jugaban con vos, las que como vos van a la asamblea poderosa, y sueñan ser fotógrafas, artistas, médicas, maestras. Justicia será que el sueño colectivo se realice por la fuerza y la necedad de las y los de abajo, de quienes caminamos con las heridas abiertas por las calles, de quienes te llevaremos Sabina en nuestros caminos desde ahora y en todas las luchas. Que las niñas como vos, vuelen alto, como el cóndor, y más alto, como las brujas de todos los tiempos.

En nuestros vuelos te encontraremos, y ahí caminaremos con vos, Sabina. Hasta la sonrisa de las niñas, hasta la urbanización de las villas, hasta la alfabetización de las madres, hasta la luz en las miradas, hasta las marchas multitudinarias por Ni Una Menos, hasta la memoria rebelde que nombra a las olvidadas, hasta la victoria, Sabina, siempre, en todas las esquinas de la historia.