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Miles de mujeres volvieron a gritar a viva voz: «Ni una menos»

5 | junio | 2017

Una multitudinaria movilización de #Niunamenos tuvo lugar este 3 de junio en la Ciudad de Buenos Aires. Yo te avisé estuvo en comunicación telefónica con Laurana Malacalza, coordinadora del  Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, hablando acerca de cómo se está abordando desde el Estado provincial la violencia de género y del importante rol que está jugando el movimiento feminista para disputar el sentido común.

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Respecto a la labor que realizan desde el Observatorio y a las dificultades que enfrentan, Laurana expresó que además de sistematizar y dar a conocer la información que se produce en relación a la violencia de género de la provincia y de monitorear las políticas públicas, desde el Observatorio se busca “incidir en las definiciones de políticas públicas».

«Todos sabemos que la problemática de la violencia de género está muy instalada en la agenda mediática, en la agenda pública pero esa instalación es mucho más difícil de conseguir en la agenda política. Ahí tenemos un trabajo de tratar de articular lo que se manifiesta en las movilizaciones, desde las organizaciones de mujeres, del movimiento feministas con las definiciones más duras de la política pública, incluso también de la política judicial. En esa tarea estamos abocados desde el Observatorio tratando siempre de generar espacios de articulación con las organizaciones, las universidades públicas, el movimiento feminista, para centralmente generar una agenda política”, indicó.

En relación a la incidencia que tuvieron las masivas marchas del colectivo de mujeres en el abordaje que se está realizando desde el Estado de la violencia de género, Malacalza subrayó:  “Siempre hubo desde el Estado una respuesta en la inmediatez de las marchas, después es un tema que sigue teniendo muchas dificultades para ser instalado como un tema prioritario en las agendas políticas.  Ejemplo de ello y el hueso más difícil de roer es el Poder Judicial en términos de definición de áreas específicas de género, de directrices especialmente definidas  para investigar las causas que se inician de violencia de género y violencia contra las mujeres, en la necesidad de que haya directrices para investigar los femicidios. El Poder Judicial tiene muchas dificultades en lo que es la articulación entre las medidas cautelares que se piden en el ámbito de familia con las causas penales. Ahí desde 2014 que hubo una resolución de la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia que no se avanzó en definiciones de política judicial con un enfoque de género.” Y agregó:  “En el ámbito ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires, la modificación de pasar de estar dependiendo el área de género del Ministerio de Desarrollo social, a formar parte de la Secretaria de Derechos Humanos y al crearse una Subsecretaria de Diversidad Sexual y violencia de género  tomó algunas medidas inmediatas que había que hacer, por ejemplo la creación de la línea 144 en la provincia de buenos aires, la articulación con el programa nacional en la creación  hogares de protección integral que se están ejecutando en algunos municipios. Pero a nosotros nos llama mucho la atención el debilitamiento en los últimos años, sobre todo en los últimos dos años,   de las áreas de género  municipales, de los espacios regionales en el interior de la provincia y en el conurbano para definir estrategias de intervención de atención, en la indefinición aún de políticas integrales de asistencia y de protección a víctimas. El año pasado hubieron algunos impulsos con la creación del plan provincial de atención en la emergencia que vino muy de la mano con el plan nacional  pero hasta ahí llegamos con la agenda política”.

En contrapartida indicó como se está fortaleciendo el movimiento de mujeres y el impacto de esto en la disputa del sentido común en torno a la violencia de género. En este sentido indicó “Lo que dicen los datos oficiales es que el número de denuncias ha crecido enormemente desde el año 2014. En el 2014 solamente en Comisarías de la mujer y de la familia de la provincia de Buenos Aires se presentaron 415 denuncias por día. En el año 2016 ese número aumentó a 600 denuncias por día.  Las mujeres hemos aprendido y nos hemos concientizado muy bien en nuestro derecho a vivir una vida sin violencia. Eso es muy notorio en la búsqueda que hacemos las mujeres de protección en el Estado.  Lo vemos a diario en el trabajo del Observatorio, por supuesto en el número de salida a lo público,  ese tránsito que hacemos las mujeres de sufrir la violencia y creer que es un problema que nos pasa por ser mujeres y que se remite exclusivamente al ámbito privado. La irrupción de las masivas marchas de Ni una menos, la irrupción del debate público ha promovido una participación mucho más activa de las mujeres frente a su situación y una participación mucho más colectiva sobre todo. Eso es lo más importante que ha ocurrido en términos de un sentido común que se ha modificado referido a la problemática de la violencia contra las mujeres incluso de la violencia de género. Las denuncias y la violencia que sufren las personas trans y travestis, y lesbianas  han tenido también  mucho impacto en la visibilidad pública. Ahí pasó algo por fuera del Estado que está buenísimo,  que es lo más interesante. Ahí el problema son las limitaciones que tiene este Estado de hacerse cargo de esta agenda y de esa movilización social y colectiva que se ha generado desde el movimiento de  mujeres, feministas, LGTBI, que está a pasos agigantados de distancia de lo que el estado con la burocracia puede lograr”.

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Foto: Luciano Dico para Emergentes