Internacionales

Dale play a las novedades de América Latina y El Caribe

MÉXICO: Los mexicanos marcharán el próximo domingo 12 de febrero contra medidas tomadas por el presidente Donald Trump. En la movilización reclamarán también contra la desigualdad y la corrupción generalizada en el país. “Vibra México” se realizará en siete ciudades de México, y sus organizadores esperan poder construir una agenda común, a partir de este encuentro en las calles del país.

COLOMBIA: El Gobierno y el ELN dieron inicio formal este martes a la mesa de diálogos en Quito, para poner fin al conflicto armado. El acto de apertura del encuentro fu encabezado por el canciller de Ecuador, Guillaume Long, y los jefes negociadores del Gobierno, Juan Camilo Restrepo, y del ELN, Pablo Beltrán.

PERÚ: La fiscalía peruana pidió 18 meses de prisión para el ex presidente Alejandro Toledo, acusado de haber recibido una coima de parte de la empresa brasileña Odebrecht. Aunque el proceso de investigación está en marcha y el ex presidente no tiene condenas, se ha pedido su detención, pues Toledo se encuentra en Francia y la intención del fiscal es que no pueda huir de la acción de la justicia. La vivienda de Toledo fue allanada el pasado sábado en busca de pruebas.El Ministerio Público también procesará a Jorge Barata, exrepresentante de Odebrecht en Perú, y Josef Maiman, empresario israelí, por lavado de activos.

MEDIO AMBIENTE: Según un informe  de la organización británica Global Witness, Honduras es el lugar más peligroso del mundo para el activismo ambiental. Honduras es el país del mundo más peligroso para quienes defienden las tierras, como puso de relieve el asesinato el año pasado de Berta Cáceres. Desde 2010, más de 120 personas murieron por protestar contra proyectos destructivos para sus comunidades y/o el medio ambiente. Existe documentación de ataques y amenazas de soldados y policías a mujeres embarazadas y niños, incendios provocados contra los hogares de aldeanos y asesinos a sueldo que amenazan continuamente en las comunidades. Esto permite que en Honduras se hayan multiplicado los grandes proyectos sin controles ambientales.