Cultura

La obra de teatro «15 de agosto de 1978…María» en función gratuita a 40 años del golpe

Por Gabriela Chávez

En la noche de ayer el Teatro Rambla de La Plata brindó una función libre y gratuita para acompañar la vigilia de conmemoración de los 40 años del golpe cívico-militar que sufrió la Argentina en 1976.

Para esta ocasión decidieron volver a poner sobre las tablas una adaptación de la obra escrita por José de las Heras y realizada en 1984 titulada «El acorazado Potemkin « con la dirección de Mónica Greco, que lleva este nombre en homenaje a la película Rusa dirigida por Serguéi Eisenstein. Esta producción formó parte del inicio de un movimiento teatral que comenzaba por esa época a hablar de lo ocurrido recientemente. «Fuimos uno de los primeros grupos que tratamos el tema de los derechos humanos, recién asumía Alfonsin»,  mencionó Mónica a www.latecno.com.ar. Al cumplirse 40 años del golpe el grupo decidió que la adaptación se llamara «15 de agosto de 1978… María» y después de 32 años la directora y actríz vuelve a interpretarla, convertida en unipersonal.

La obra cuenta la historia de María, una mujer que fue secuestrada durante la dictadura mientras se encontraba con un embarazo avanzado. Ella fue torturada, sufriendo todo tipo de vejaciones y, cuando le quitan al hijo, pierde la razón.  María sobrevive y termina en un hospital psiquiátrico como una NN, donde se le adjudica un comportamiento autista. María en las escenas habla con el hijo que imagina en su mente, narrándole cada uno de los detalles de su cautiverio. «No veo nada, veo botas, botas, no veo nada» y «para adentro hijo, para adentro» son una de las frases más repetidas y significativas del guión.

«Dijimos que era el momento de volver hacer la obra» mencionó a www.laatecno.com.ar la actríz luego de la función. «Durante 12 años no tomamos el tema, nosotros ya habíamos dicho lo que teníamos que decir». Pero al ver el contexto en el que estamos dije «ahora si tiene sentido que yo lo haga, cuando nadie hace nada».

Frente al personaje que hoy vuelve a nacer, esa María de 1984 a la del 2016 la actriz reflexiona «la María de antes era menos reflexiva y más trágica». «A mi me  pasó que al buscar los libretos ya sabia lo que quería hacer, pero cuando volví a leer la obra tenía que buscar la no emoción, los actores suelen buscar la emoción pero yo tenía que evitarla,  porque no podía hablar. Por suerte con los ensayos se me fue pasando aunque me sigo consternando mucho con estos temas y la lucha de una generación».

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