Sábado 23 de Noviembre del 2024

Cultura

Las bibliotecas porteñas se renuevan de cara a las nuevas tecnologías

3 | enero | 2017

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«La biblioteca es siempre ese espacio cultural que tiene la obligación de redefinirse, que debe estar actualizado todo el tiempo. No creo que exista otra institución que hoy tenga ese desafío por delante con tanto énfasis. Hay que reactualizarse para generar lugares de encuentro, de trasmisión de conocimiento y de intercambio de ideas», destaca Javier Martínez, responsable de la Dirección General del Libro, Bibliotecas y Promoción de la Lectura, dependiente del Ministerio de Cultura porteño.

El organismo acaba de definir sus metas para el año que recién arranca a partir de un extenso programa que prevé concretar cuarenta ciclos de lecturas y charlas, treinta proyecciones de cine, 16 recitales, siete instalaciones, siete exposiciones multimedia, seis muestras fotográficas, dos producciones teatrales, un encuentro internacional, un festival de cultura joven y cuatro campañas en redes.

En el ambicioso repertorio se incluyen actividades que se descorren el menú tradicional para una biblioteca, como circuitos de lectura en la oscuridad, encuentros con chefs que reinterpretan las recetas culinarias de algunas obras literarias o un recorrido por los imaginarios eróticos de las sociedades modernas.

«Explorar los mundos que se despliegan en un solo gesto. El de abrir y cerrar un libro». Bajo esa premisa, el área que dirige Martínez avanzará sobre nuevos formatos de producción cultural con la idea de consolidar el rol de las bibliotecas como núcleo de referencia cultural y expandir los alcances de la literatura para hacerla dialogar con otros lenguajes, a tono con el entrecruzamiento de prácticas que promueven otros campos artísticos.

Con amplia experiencia en la gestión cultural, Martínez sabe que las bibliotecas contemporáneas se ven confrontadas hoy a resignificar su sentido, en tanto la consolidación de los soportes digitales corroe cada vez más las fronteras espacio-temporales y los hábitos lectores se han diversificado.

«Cada vez hay más lectores, sólo que se han complejizado los modos de interactuar con una obra: hoy no hay que pensar solamente en alguien que se conecta con la lectura a través del soporte tradicional en papel. Estamos constantemente en situación de lectura, en múltiples ámbitos. Por eso la biblioteca tiene que ofrecer otros servicios alternativos al de acceso a la lectura», indica a Télam.

«Una biblioteca puede ser vista de maneras infinitas. Si bien es importante su lugar físico y lo va a seguir siendo por mucho tiempo, ya que es mucho más que un espacio donde se guarda una colección bibiliográfica, también la idea es ganar otros circuitos con la incorporación de una biblioteca digital, que lanzaremos el mes que viene y será la primera de su tipo en la Argentina», se entusiasma Martínez.

La implementación de la biblioteca digital permitirá a los lectores acceder a una oferta de 15.000 títulos -tanto novedades como obras clásicas- desde sus computadoras y dispositivos móviles, pero también desde las terminales de uso público que se instalarán en algunas de las bibliotecas de la ciudad de Buenos Aires.

«Hay disponibles otras bibliotecas de libros por descarga pero esta es la primera vez que se implementa un sistema de lectura en línea, una plataforma de acceso muy similar a las que ofrecen contenidos musicales y audiovisuales», explica Martínez.

El catálogo que se pondrá consultar a partir del próximo mes será aportado por Odilo, una firma con filiales en España, los Estados Unidos y México que se especializa en el suministro de contenidos digitales y abastece a distintas redes de bibliotecas hispanoamericanas como la chilena y la española.

En paralelo a la biblioteca virtual, uno de los puntos fuertes de la programación que ofrecerán las bibliotecas porteñas serán los homenajes a distintas figuras de las letras latinoamericanas y universales: si 2016 fue el año de Shakespeare, Cervantes y Borges, el recién estrenado 2017 no se quedará atrás con la celebración de aniversarios asociados a Gabriel García Márquez, Rodolfo Walsh, Roberto Arlt, Horacio Quiroga, Ricargo Guiraldes, Copi, Oliverio Girondo y Augusto Roa Bastos.

La efeméride funcionará como punto de partida para volver a explorar «Cien años de Soledad», la obra de Gabriel Garcí­a Márquez que en junio próximo celebrará los 50 años de su publicación en Buenos Aires. A propósito de esta fecha, se inaugurará ese mes la exposición «Gabriel el viajero» que recorre la faceta nómade del autor junto a la presentación de cinco instalaciones fotográficas, audiovisuales e interactivas que recorren el imaginario de Macondo.

El escritor y periodista Rodolfo Walsh será recordado y homenajeado en el mes de marzo con una exposición y jornada de análisis sobre las cartas abiertas en la historia, en relación a la célebre «Carta abierta de un escritor a la Junta Militar» y al «Yo acuso» de Emile Zola.

Roberto Arlt será homenajeado en julio con la reedición de la muestra del fotógrafo Eduardo Grossman, «Grises peces viscosos», que fue realizada en el año 2000 a partir de la obra del autor de «El juguete rabioso», «Los siete locos» y «Los lanzallamas».

El paraguayo Augusto Roa Bastos será otro de los escritores homenajeados durante 2017 a propósito del centenario de su nacimiento. Para evocarlo se dictará un taller de lectura de relatos y fragmentos de su obra con producción de textos bilingües que serán expuestos en la Embajada de Paraguay y encuentros de narración oral con lectura de la obra poética del escritor.

Otra de las iniciativas que pondrá en marcha la Dirección General del Libro, Bibliotecas y Promoción de la Lectura es el ciclo «Lecturas en escena», que comenzará el último domingo de marzo, y en el que actrices como Norma Aleandro, Graciela Borges, Ana Marí­a Picchio y Claudia Lapacó leerán sus cuentos infantiles preferidos bajo la dirección de Helena Tritek.

La estrategias de promoción de la lectura serán otro de los pivotes de las bibliotecas porteñas, que en el último año sumaron 2225 títulos a su acervo. Habrá entonces distintos ciclos destinados a recorrer la obra de autores como Marcel Proust, Miguel de Cervantes, Raymond Chandler, Osvaldo Soriano, Mario Vargas Llosa, Gustave Flaubert, James Joyce y Charles Baudelaire.

«Queremos que la gente vuelva a las bibliotecas, no sólo para consultar libros sino para disfrutar también de una programación cultural», sintetiza Martínez.

Finalmente, el organismo que dirige se dedicará también a lo largo del año a agilizar el ingreso de la Red de Bibliotecas de la Ciudad a Iberbibliotecas (Programa Iberoamericano de Bibliotecas Públicas de la Unesco) y a completar la puesta en valor edilicia de las bibliotecas de la ciudad.