Sábado 23 de Noviembre del 2024

Cultura

A los 99 años, falleció Zsa Zsa Gabor

19 | diciembre | 2016

zsa-zsa-gabor-pin-up-birthday-february-6

La actriz, que llevaba enferma cinco años, falleció en su mansión de Bel Air de un ataque al corazón rodeada de los suyos y junto a su último y noveno marido, Frederic von Anhalt. Gabor había empeorado mucho los últimos días y su marido invitó a los allegados para que celebran con ella su centenario por adelantado.

Gabor llevaba varios años con un delicado estado de salud, especialmente después de que en 2011 sufriera una fractura de cadera que se sumaba a un accidente de tráfico en 2002 y una embolia en 2005.

La actriz, que iba a cumplir 100 años en febrero, nació en 1917 en Hungría y llegó a Hollywood tras los pasos de su hermana Eva, para labrarse una inmensa fama que transcendió la pantalla e inauguró un nuevo tipo de fama: el de “celebridad”.

“Famosa por ser famosa”, como se la llegó a definir, en sus 60 años de carrera tuvo tiempo para casarse nueve veces y desatar escándalos que la convirtieron en habitué de las portadas de la prensa rosa en todo el mundo.

Inclinada hacia los hombres ricos o galanes como Frank Sinatra o Howard Hughes sus romances fueron incluso más sonados que sus apariciones en el cine o la pequeña pantalla.

Su primer gran éxito en el cine fue “Moulin Rouge” (1952), de John Houston, donde interpretaba a una modelo del pintor Toulouse Lautrec.

Su origen extranjero no fue obstáculo para fabricar su carisma e hizo famoso su “querido” con un fuerte acento porque, como ella misma decía, “no me acordaba del nombre de nadie”.

“Lili” (1953), “La Chica del Kremlin” (1957) o “Touch of Evil” (1958) fueron algunos de sus otros éxitos de taquilla. Gabor también se hizo un nombre en la pequeña pantalla con sus apariciones en “Bonanza”, “Batman” o “As the World Turns”.

En 1983 tendría lugar su matrimonio más fugaz, con el mexicano Felipe de Alba, que duró tan sólo una semana y que acabó en anulación entre múltiples reproches e insultos mutuos que hicieron las delicias de la prensa amarilla.

Su matrimonio más duradero fue el último, con el misterioso príncipe alemán Frederick von Anhalt. Ambos contrajeron matrimonio en 1986 y siguieron casados hasta la muerte de la actriz.

En 1992 publicó sus memorias, “Una vida no es suficiente”, con jugosas revelaciones sobre sus maridos y amantes.

Mordaz y siempre dispuesta a burlarse de sí misma, suyas son frases como “querido, éstos son sólo mis diamantes de trabajo” o “nunca he odiado a un hombre lo suficiente como para devolverle sus joyas”.

Fuente: Diario de Cultura